Cuento: La luna y el sol

La luna y el sol vivían por mucho tiempo en la tierra. El sol era ardiente y la luna bastante fría, y por esta razón los dos no se entendían bien. Cierto día, la luna tomó la decisión de separarse de su compañero el sol. Buscó una soga muy larga y subió al cielo para caminar por allí durante siglos y siglos. 

Un día, el sol se preguntaba por curiosidad: -¿Qué estará haciendo la luna en el cielo? ¿Qué cosas maravillosas habrá visto? Y decidió ´hacer lo mismo que la luna trepar por una soga al cielo y quedarse allí para siempre. Pero arriba en el firmamento continuaba enojados. 

La luna no quiso caminar con el sol y decide entonces la noche para sus correrías, dejando el día para el sol. Pronto la luna se aburrió de caminar sola y sin compañía. Se acordó de una buena amiga, una campesina con la que siempre se reunía en la tierra. 

Y una la llamo y le dijo: -Oye, querida amiga, ¿Sabes que el firmamento es como la tierra, un gran terreno de sembradío? Echa los frijoles que guardas en tu casa como semillas al cielo y vas a ver como crecerán. Y la buena amiga echo los frijoles que tenía, en todas las direcciones. Pero...¡Que sorpresa! Antes de nacer y echar raíces, los frijoles se encendieron en la primera noche en el firmamento y continuaron encendiéndose en las demás noches por todos los tiempos. 


Los frijoles se habían transformado en estrellas que acompañan, desde entonces, a la luna, en su recorrido por el cielo.

Estudiantes: Fernanda- Alexia-Jimena 


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